La ITV reduce el impacto medioambiental
Con la llegada del 2025, volvemos a estar pendiente del cumplimiento de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) establecidos por Naciones Unidas. Entre los muchos factores que influyen en el logro de estos objetivos, la inspección técnica de vehículos (ITV) se posiciona como un elemento clave, especialmente en los ámbitos de la seguridad vial y la preservación del medio ambiente.
Con la llegada del 2025, volvemos a estar pendiente del cumplimiento de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) establecidos por Naciones Unidas. Entre los muchos factores que influyen en el logro de estos objetivos, la inspección técnica de vehículos (ITV) se posiciona como un elemento clave, especialmente en los ámbitos de la seguridad vial y la preservación del medio ambiente.
Cómo evaluar el impacto medioambiental
Uno de los aspectos fundamentales en los que la ITV contribuye es la reducción del impacto medioambiental causado la circulación masiva de vehículos que emiten gran cantidad de gases que perjudican realmente la calidad del aire.
La ITV desempeña un papel clave en la reducción del impacto medioambiental del transporte por carretera, al garantizar que los vehículos cumplan con los límites legales de emisiones contaminantes.
Está más que demostrado que los vehículos emiten partículas contaminantes muy dañinas como el dióxido de azufre, dióxido de nitrógeno y monóxido de carbono, que afectan la calidad del aire, la salud pública y la biodiversidad, especialmente en áreas urbanas.
Es por todo esto que es importante concienciar a los conductores de que la ITV, a través de controles estrictos, asegura que los vehículos circulen dentro de los límites de emisiones contaminantes establecidos por la ley.
De acuerdo con un estudio realizado por la Universidad Carlos III de Madrid, gracias a las inspecciones técnicas se evita anualmente la circulación de 935.556 vehículos con emisiones superiores a las permitidas. Esto se traduce en una reducción de 39.370 toneladas de partículas contaminantes y evita 575 muertes prematuras cada año.
Además, si todos los vehículos que no cumplen con la obligación de pasar la ITV lo hicieran, podrían evitarse 207 muertes prematuras adicionales al año por exposición a estas partículas. Estos datos evidencian el impacto positivo que puede tener el cumplimiento de la normativa en la salud pública y en el medio ambiente.
El impacto positivo de la ITV
El impacto positivo de la ITV no solo se limita a las vidas salvadas, sino también a la mejora en la calidad del aire, un factor clave para alcanzar el ODS 11, que promueve ciudades y comunidades sostenibles. Este objetivo destaca la importancia de reducir los efectos medioambientales del transporte, asegurando que sea más respetuoso con el entorno. La calidad del aire es un indicador fundamental de la sostenibilidad urbana, y garantizar que los vehículos cumplan con los estándares de emisiones.
Incluso los vehículos más modernos, se someten a pruebas de emisiones como es el caso de los vehículos híbridos, es una manera efectiva de avanzar hacia entornos más saludables y habitables.
Sin embargo, a pesar de los beneficios evidentes de la ITV, todavía hay un gran porcentaje de vehículos que circulan sin tenerla al día. Según datos del Ministerio de Industria y Turismo, el 33,2% de los vehículos que debían pasar la ITV en 2024 no lo hicieron. Este incumplimiento, unido a la elevada antigüedad del parque automovilístico español –que supera los 15,4 años de media–, plantea un desafío significativo para la seguridad y la sostenibilidad. A medida que los vehículos envejecen, se incrementa la probabilidad de que presenten fallos técnicos, muchos de los cuales pueden resultar en emisiones contaminantes muy por encima de los límites permitidos.
La relación entre la antigüedad de los vehículos y su impacto medioambiental es clara: los coches más antiguos presentan un mayor número de defectos en la ITV, lo que los hace menos seguros y más contaminantes. Por ejemplo, sistemas de escape obsoletos, motores menos eficientes y un mantenimiento inadecuado son algunas de las razones por las cuales los vehículos antiguos contribuyen más al deterioro de la calidad del aire. Además, estos vehículos representan un riesgo mayor en términos de seguridad vial, ya que tienen más probabilidades de sufrir fallos críticos durante su uso.
Compromiso y responsabilidad al pasar la ITV
Es necesario destacar que el cumplimiento de la ITV no es solo una responsabilidad individual, sino un compromiso colectivo hacia la sostenibilidad. Cada conductor que mantiene su vehículo en condiciones óptimas contribuye a la reducción de partículas contaminantes en la atmósfera, beneficiando a toda la sociedad. Sin embargo, para lograr un cambio significativo, es crucial que las autoridades refuercen las campañas de concienciación y adopten medidas que incentiven a los conductores a cumplir con esta obligación. Algunas estrategias podrían incluir sanciones más severas para los incumplimientos o incentivos fiscales para quienes mantengan sus vehículos al día.
Además, es importante mencionar que el impacto de la ITV en el medioambiente no se limita a la inspección de vehículos particulares. Los vehículos comerciales y de transporte público también son objeto de estos controles, lo que amplifica su efecto positivo. En un contexto donde las ciudades buscan promover el uso de medios de transporte más limpios y sostenibles, asegurar que todos los vehículos en circulación cumplan con los estándares de emisiones es una prioridad absoluta.
De todo esto, podemos deducir que la inspección técnica de vehículos es mucho más que un simple trámite: es una herramienta vital para reducir el impacto medioambiental del transporte, mejorar la calidad del aire y salvar vidas.
Cumplir con la ITV no solo es un deber legal, sino también una contribución directa a la construcción de un futuro más limpio y sostenible. El camino hacia un mundo más sostenible comienza con acciones concretas, y mantener nuestros vehículos en condiciones óptimas es una de ellas. Recordemos siempre que la ITV salva vidas y protege nuestro entorno, asegurando un legado más saludable para las generaciones futuras.