Líquidos del coche que no puedes dejar de revisar
Entre los líquidos del coche a revisar se encuentran el aceite de motor, el líquido refrigerante, el agua del limpiaparabrisas, el líquido de frenos o el líquido de dirección. Lo recomendable sería revisarlos cada poco tiempo para asegurar su bien estado y nivel. De esta manera, se asegura el buen funcionamiento del motor y el rendimiento del vehículo.
El mantenimiento del vehículo no es solo llevarlo impoluto y que la carrocería no muestre ningún arañazo. Como el cuerpo humano, el interior del vehículo es lo que va a regir su perfecto funcionamiento y por ello debes controlarlo y revisarlo con asiduidad.
Entre los elementos a comprobar se encuentran algunos líquidos del coche, que generalmente se encuentran en algún depósito en el motor y que convendría examinar de forma periódica. No importa si hace frío o calor, debes cuidar el buen estado de tu vehículo y el de los líquidos del motor.
Líquidos del motor de un coche
Cuando piensas en los líquidos del coche, seguro que sólo se te viene a la mente el aceite. No está mal, ya que mantener un correcto nivel de aceite del coche es uno de los puntos más importantes, pero no el único. Hay varios líquidos que lo recomendable sería revisarlos cada poco tiempo para asegurar su bien estado y nivel. De esta manera, se asegura el buen funcionamiento del motor y el rendimiento del vehículo.
Imagínate que oyes un ruido en el coche de repente. El origen de esta posible avería puede encontrarse en que el nivel de alguno de los líquidos del motor no es el adecuado y estás propiciando que el coche no trabaje como debería.
Entre los líquidos del coche a revisar se encuentran el mencionado aceite de motor, el líquido refrigerante, el agua del limpiaparabrisas, el líquido de frenos o el líquido de dirección.
ACEITE DE MOTOR
El aceite lubricante del motor es, como decíamos, uno de los principales líquidos del coche que debes revisar para asegurar que siempre tenga el nivel adecuado. Los fabricantes suelen recomendar que se realice el cambio de aceite de forma anual, coincidiendo con la revisión del vehículo. Sin embargo, la revisión debe ser periódica, de forma mensual y como una de las comprobaciones del coche antes de viajar.
La comprobación del aceite de motor se realiza con una varilla de medición que todo coche lleva bajo el capó y no te costará más de un par de minutos. Así sabrás si tu vehículo necesita una revisión en tu taller de confianza o puedes seguir circulando sin problemas.
LÍQUIDO REFRIGERANTE
Si el aceite del motor ejerce de lubricante para el correcto funcionamiento de todos sus engranajes, el líquido refrigerante se encarga de enfriar el motor cuando es necesario. Con la puesta en marcha del vehículo, el coche se calienta y el líquido refrigerante absorbe parte del calor generado evitando el sobrecalentamiento del motor.
La revisión del líquido refrigerante debe hacerse cada 20.000 kilómetros aproximadamente y cada dos años conviene cambiar el líquido refrigerante. Para su comprobación, el propio depósito tiene unas marcas que indican el mínimo y el máximo recomendable, por lo que, si notas que no las cumple, acércate a tu taller de confianza.
AGUA DEL LIMPIAPARABRISAS
Junto a la importancia de cambiar las escobillas del limpiaparabrisas, el nivel del agua también es fundamental. Conviene que se mantenga un mínimo de medio depósito lleno, porque puede provocar problemas en la luna delantera del vehículo.
Es uno de los motivos por los que además pueden detectar un defecto leve ITV, así que comprueba su estado antes de ir a alguna de nuestras estacione. Aunque no sea motivo de una ITV desfavorable, conviene que lo controles por tu propia seguridad y el buen estado de tu vehículo.
LÍQUIDO DE FRENOS
La revisión de frenos que debes hacer de forma periódica no solo pasa por revisar el estado de los pedales o por saber cuándo cambiar las pastillas de freno o los discos. También hay que controlar el líquido de frenos, uno de los líquidos del coche que más protagonismo tiene en el día a día.
Un buen nivel del líquido de frenos va a permitir que el sistema de frenado funcione adecuadamente. Lo ideal sería que el cambio se realizara cada dos años, pero la revisión conviene que sea de forma periódica cada seis meses aproximadamente. Revisarlo es muy sencillo, porque el depósito, por norma general, indica el máximo y mínimo recomendables.
LÍQUIDO DE DIRECCIÓN
Junto a estos líquidos del motor del coche importantes, conviene que también tengas presentes el líquido de dirección si tu coche tiene una dirección asistida hidráulica. El líquido de dirección se encuentra en un depósito en el motor cuyo tapón lleva un volante dibujado y tendrás que hacerlo con la varilla de medición.
Comprueba su estado al menos una vez al año y si necesitas cambiar el líquido de dirección hazlo con las indicaciones del fabricante, ya que en el manual te pondrá qué tipo de líquido es el recomendable.
Estos serían los líquidos del coche que no puedes dejar de revisar. Ya no solo de cara a pasar la ITV, también para cerciorar que tu vehículo se encuentra en perfectas condiciones para su conducción diaria. De igual manera, no solo debes comprobar el nivel de estos líquidos del motor del coche, sino el resto de la mecánica del vehículo.