Escobillas limpiaparabrisas: ¿Qué debes tener en cuenta en la ITV?
Al pasar la Inspección Técnica de Vehículos, hemos de pensar en el estado de los limpiaparabrisas. Estos son un elemento que precisa de su mantenimiento, por ejemplo de las escobillas del limpiaparabrisas para la ITV. El olvido o la dejadez en estas tareas podría devolver un resultado desfavorable en la inspección.
No solo debemos prestar atención al mantenimiento de los limpiaparabrisas por la cuestión de lograr un resultado satisfactorio en la ITV, sino principalmente por obvios motivos de seguridad, consiguiendo con su óptima limpieza, una conducción más segura en condiciones lluviosas o de nieve. Es un tema que solemos pasar por alto.
¿Por qué son importantes los limpiaparabrisas?
Porque su función es indispensable para nuestra seguridad: barrer la lluvia o basura de nuestro parabrisas para evitar problemas de visibilidad que acaben en accidentes. El aparato cuenta con un brazo que gira sobre su propio extremo y un borde de goma pegado a él. El brazo gira sobre el cristal.
En la mayoría de modelos, se puede cambiar las velocidades, incluyendo una intermitente para las situaciones de lluvia ligera. Lo habitual es contar con dos brazos radiales, aunque hay también vehículos que cuentan con un único brazo que se retrotrae al final y a la mitad, en forma de W.
El sistema de los limpiaparabrisas se activa por medio de un motor alimentado por un relé. Hoy en día, los motores ofrecen diversas funciones y velocidades en relación con la posición de la palanca del conductor. Esta no es más que un interruptor que se encuentra cerca del volante al lado contrario de la palanquita de los intermitentes.
Los limpiaparabrisas y la ITV
Atendiendo siempre al Manual de Inspección de las Estaciones de ITV, podemos ver que la revisión de los limpiaparabrisas será exhaustiva comprobando todos los puntos de estos elementos para garantizar que funcionan a la perfección.
El objetivo de la ITV es el de comprobar que todos los elementos de un vehículo están en condiciones ideales para la circulación segura. Hemos de tener en cuenta que a la hora de pasar la revisión, se comprobará la existencia del limpiaparabrisas, su óptimo funcionamiento, la superficie de barrido y el estado de las escobillas limpiaparabrisas.
El técnico nos pedirá que activemos el limpiaparabrisas y que hagamos que salga el agua para limpiar el cristal delantero. En el caso de que no salga agua o aparezca con poca presión, el técnico lo considerará como una falta leve, aunque esto no impediría por sí mismo que el resultado de la ITV sea favorable.
Otra situación que podría terminar en un resultado desfavorable es por la ausencia del líquido del limpiaparabrisas incluso si funciona correctamente la bomba. También prestarán especial atención a comprobar si los chorros del agua salgan con la correcta orientación.
El motivo por el que los técnicos de la ITV analizan con tanto celo el óptimo funcionamiento de los limpiaparabrisas es porque es indispensable la óptima visibilidad en situaciones lluviosas o de acumulación de suciedad en los cristales. Es por ello por lo que comprueban el sistema de limpieza, la superficie barrida y las escobillas.
Las escobillas del limpiaparabrisas y la ITV
Las escobillas del limpiaparabrisas son unos elementos ubicados en el parabrisas para quitar los residuos de suciedad, lluvia o nieve. Se trata de piezas necesarias para nuestra seguridad y por lo tanto han de ser sustituidas cada dos años para poder garantizar su fiabilidad.
Los tipos de escobillas son tres: las convencionales proporcionan entre 4 y 8 puntos de presión entre escobilla y parabrisas. Los muelles son los que se encargan de distribuir la fuerza generada por el brazo.
Las escobillas planas destacan por su discreción y gran visibilidad. Estas están compuestas de unos flexores metálicos y tienen un perfil muy parecido en longitud.
Las híbridas son un mixto entre las convencionales y las planas. Tienen las características de ambas, aerodinámica y estética, además de reducir el viento.
Durante la revisión de la ITV, el técnico podría considerar falta grave estos defectos:
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Que el coche carezca de limpiaparabrisas.
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Que los delanteros o traseros no funcionen correctamente.
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Que el barrido no abarque la superficie adecuada.
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Que las escobillas estén defectuosas o directamente no existan.
¿Cuándo cambiar las escobillas?
Es muy sencillo saber cuándo ha llegado el momento de sustituir las escobillas limpiaparabrisas. Hemos de observar si las gomas ya no hacen correctamente su función de eliminar los residuos del parabrisas. Para cambiar la escobilla solo hay que seguir unos sencillos pasos.
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Comprobar que las nuevas escobillas son de la misma marca y modelo que las otras.
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Pon en marcha el coche, enciende el limpiaparabrisas y detenlas en posición vertical.
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Pon el brazo arriba y quita la vieja.
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Coloca después la nueva y retorna el brazo a su posición.
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Conecta otra vez el sistema.
Tras haber hecho la sustitución de las escobillas y seguido los consejos, tu vehículo ya está preparado para acudir a la estación y obtener un buen resultado en cuanto al examen de los limpiaparabrisas en la ITV.