Desgaste en los neumáticos: Trucos y consejos para saber cuándo cambiarlos
Utilizar unos neumáticos demasiado gastados es algo muy peligroso. Requieren una serie de costumbres de mantenimiento para garantizar la seguridad de conducción. El desgaste de neumáticos puede conllevar letales consecuencias y tenemos que aprender cómo medir este desgaste para poner medios y evitar desgracias.
Un neumático gastado verá reducida su capacidad de desalojar agua en caso de nieve o lluvia, perdiendo tracción. Para asegurarte de que las ruedas están en plenas condiciones de circular, existen varios métodos que te vamos a explicar, no sin antes contarte más detenidamente cuáles serían las consecuencias de un neumático liso.
Riesgos de un neumático liso
En nuestro artículo sobre causas y consejos de un motor sobrecalentado te sugeríamos como actuar en caso de tener este problema. Hoy venimos a hablarte de los riesgos de un neumático liso. Un neumático liso te expone a sufrir el fenómeno del aquaplaning. Por ejemplo, en climas calurosos, cuanto más desgastado está un neumático, más riesgos correrás a la hora de intentar mantener el control del coche sobre un suelo mojado.
Las prestaciones sobre un terreno húmedo comienzan a verse reducidas incluso antes de que el nivel de desgaste alcance la profundidad del dibujo que marca la ley. Si circulas con menos de 1,6 mm de profundidad en la rueda, correrás el riesgo de una sanción y la inmovilización de tu coche.
No hay que olvidar tampoco que la diferencia de desgaste entre dos neumáticos del mismo eje nunca puede superar los 5 mm. Otro dato que te puede interesar es que en algunos países del norte de Europa existe un límite de desgaste de neumáticos, sobre todo en época de invierno.
Neumáticos desgastados
Se consideran neumáticos gastados aquellos que impiden su uso posterior, los que presenten un nivel de deterioro derivado de su antigüedad y que no les permita ser aptos para su posterior utilización, así como aquellos en los que se ha llegado al grosor permitido e la banda de rozadura.
Hay ciertos tipos de desgaste que provocan la exclusión de uso de estos neumáticos:
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Que los elementos se separen entre sí o la banda de rozadura se despegue.
Que el aro del talón que monta la goma en la llanta quede descubierto o se deforme. -
Que la banda de rodadura se haya visto reducida a niveles por debajo de los 1,6 mm.
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Que se perciban manchas o rozaduras en la capa butílica del interior del neumático.
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Que se haya producido algún tipo de desgarro o corte, ya sea profundo o superficial.
La banda de rodadura ha de ser revisada tanto en las ruedas de verano como en las de invierno, así como el desgaste de la parte interior de los neumáticos.
Tipos de desgaste de neumáticos
Hay que tener en cuenta que hay tipos de desgastes de neumáticos distintos.
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Desgaste asimétrico:
Es el desgaste de los neumáticos que aparece de forma desigual. A veces una parte del neumático se daña antes que otra. Esto puede ser producto de una mala alineación de las ruedas.
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Desgaste circular (de los hombros):
Se produce cuando se da una altura mayor, medida desde la banda de rozadura hasta el centro de los hombros.
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Desgaste cotidiano:
Se trata del desgaste normal que suele aparecer cuando este se produce de modo natural, tanto en anchura como en contorno.
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Desgaste central o cóncavo:
Se pone de manifiesto cuando se circula con una presión demasiado elevada en los neumáticos y la zona de contacto se limita a la parte central.
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Desgaste de la banda de rodadura:
Suele aparecer tras un frenazo brusco y un bloqueo en las ruedas, o por desperfectos puntuales en el neumático.
Formas de medir el desgaste de los neumáticos
Hay distintas formas de medir el desgaste de los neumáticos en tu vehículo.
Indicador de desgaste de neumáticos:
Todos los neumáticos disponen del llamado testigo de desgaste, que no es más que un taco de goma de 1,6 mm de espesor, insertado dentro de las ranuras del neumático. Cuando la banda de la rodadura del neumático alcanza ese nivel, quiere decir que debes sustituir el neumático.
Para poder encontrar mejor este indicador, verás una marca en el flanco de la goma en forma de triángulo. Algunas marcas incorporan testigos de desgaste intermedios cuya desaparición avisa el riesgo de circular sobre la carretera mojada. Existen también testigos de desgaste para neumáticos de invierno que avisan a los 4 mm.
Indicador de profundidad:
Se trata de una pequeña herramienta muy económica que puedes encontrar en cualquier tienda de artículos del automóvil. Con él puedes medir de un modo muy preciso la profundidad concreta de las ranuras del neumático.
A diferencia del indicador de desgaste, el indicador de profundidad puede verificar los desgastes de formas irregulares en el neumático. El testigo de desgaste es solo un indicador visual que nunca puede darnos la precisión del indicador de profundidad.
Una moneda:
La manera más sencilla de medir el desgaste de tus neumáticos es coger una moneda de euro e introducirla en las hendiduras del neumático. Si la parte dorada de la moneda queda cubierta, quiere decir que es hora de cambiar el neumático. Para neumáticos de invierno, utiliza una moneda de 2€.
Si no pudieses utilizar tu vehículo por un largo periodo de tiempo debido a este problema te mostramos los siguientes consejos sobre qué hacer si tienes el coche parado más de un mes.