¿Cuándo cambiar las bujías de un coche?

Las bujías son una de las partes más importantes del motor de un coche. Son necesarias para encender un motor de combustión y mantenerlo en funcionamiento. Están formadas por electrodos y resistencias terminales de alto voltaje, aisladores de cerámica y carcasas de metal entre otros elementos. 

Las bujías juegan un papel muy importante ya que son las que suministran la chispa de encendido que inflama el carburante dentro de la cámara de combustión. Además, se encargan también de aliviar el calor que se genera dentro de esa cámara de combustión. Dentro de un coche, todos los elementos cumplen una función clave. Pero podríamos decir que sin las bujías no podrías ni arrancar el motor.

Por este motivo, es importante saber cuándo es necesario cambiarlas y así evitar situaciones incómodas como ir a por el coche y que no arranque. Pero, además, si no funcionan correctamente notarás otros fallos mientras circulas, como falta de potencia en el motor o un consumo más alto de lo normal de combustible.

¿Cuándo cambiar las bujías?

Las bujías se deben cambiar de manera regular. Como en muchos aspectos relacionados con un vehículo, su vida útil se mide en el número de kilómetros que hemos realizado con ellas. En este caso, lo más habitual es sustituirlas entre los 30.000 kilómetros y los 60.000 kilómetros. Todo puede variar en base a las recomendaciones del fabricante, por eso lo mejor siempre es recurrir a la ficha de mantenimiento del vehículo. Cada tipo de coche y cada tipo de bujía puede afectar a esta periodicidad. Por ejemplo, si el coche cuenta con bujías de cobre con varios electrodos pueden circular correctamente durante menos tiempo que las bujías con platino.

A la hora de cambiar las bujías, es importante cambiarlas todas a la vez. De lo contrario, podrían producirse desequilibrios en el encendido del motor que acabarían afectando a otros elementos del vehículo.

¿Cómo cambiar las bujías del coche?

1. Tira del cable de la bujía y saca la pipa. Introduce una llave de bujías y haz fuerza para sacarla introducirla hasta el fondo. 

2. Comienza a enroscar la llave en la bujía para poder extraerla.

3. Una vez hayas sacado la bujía, coge el recambio. Introduce la nueva bujía de manera inversa a la extracción: introdúcela con la llave de bujías y enróscala para que quede bien asegurada en su ubicación. Después introduce la pipa y apriétala hasta que suene un clic.

4. Repite este proceso con el resto de bujías.

5. Una vez hayas terminado, no olvides asegurarte de que todos los elementos han sido colocados en su lugar y trata de dejar la superficie lo más limpia posible para evitar los problemas derivados de la suciedad en el motor.

Cambiar las bujías puede ser un proceso relativamente sencillo dentro del mantenimiento de un vehículo. No obstante, y dada la importancia que ya has visto que tienen en la combustión y en el encendido del motor, si tienes alguna duda, lo mejor es recurrir siempre a tu taller de confianza.

Además de los kilómetros en los que es importante atender a su revisión, recuerda que no está de más hacerlo con más frecuencia ya que los tiempos marcados son el mínimo para el buen mantenimiento de las bujías que hay que tener. Si utilizas a diario tu coche, o sueles circular por lugares que pueden tener más polvo, barro u otros elementos que puedan alterar su estado, como los desplazamientos fuera de las ciudades al campo, es aconsejable que revises las bujías de manera más recurrente.

Como siempre te recomendamos, si vas a realizar un desplazamiento largo o vas a tomar el coche para ir de vacaciones, no está de más que emplees un tiempo los días previos en acudir a tu taller para que puedan realizar una revisión general al coche, atendiendo a elementos clave como son las bujías.