Viajar con perros y gatos de forma segura y legal
Viajar con perros y gatos en el coche nos exige tomar ciertas precauciones para que nuestras mascotas no sufran del traslado, especialmente si se trata de un tramo de varias horas.
Además, es preciso tener en cuenta que la Dirección General de Tráfico ha establecido una normativa específica para el traslado de animales. Incumplir con estas normas es motivo de multas que, en ocasiones, pueden ser cuantiosas.
Pero, sin duda, lo más importante es la seguridad de ellos y, es por eso que en SGS ITV te daremos algunos consejos útiles para que no tengas ningún problema en viajar con gatos o perros en el coche.
Siempre debes tener presente que la seguridad en la carretera no solo es un aspecto importante para las personas, sino que para los animales también.
Es por eso que debes asegurarte de que tu perro, gato o cualquier otro tipo de mascota que viaje contigo esté muy bien asegurada en todo momento por si sufres un accidente.
¿Qué dice la normativa sobre llevar animales en el coche?
La normativa establecida por la Dirección General de Tráfico (DGT) sostiene que está prohibido que el animal viaje suelto, aunque se trate de un viaje corto.
El perro o gato siempre debe estar sujeto o, de lo contrario, la multa puede ascender hasta los 100 euros.
Para ello, se tiene que utilizar un sistema de retención acorde a las medidas de la mascota, como puede ser un arnés de sujeción, sistema de unión corto o transportines.
En cualquier caso, deben estar bien anclados y firmes para evitar que el gato o perro salga disparado en caso de que tengas un accidente.
Consejos para llevar perros y gatos de manera segura
Es lógico que, al momento de viajar con perros o gatos en nuestro coche, tengamos serias dudas y miedos, especialmente si se trata de un viaje largo.
Si es la primera vez que vas a llevar a tus mascotas en tu vehículo, te recomendamos hacer una consulta con el veterinario para que te dé algunas recomendaciones al respecto. Si conoce al animal, mucho mejor.
Y si ya has viajado, y has notado que el animal se marea, tiene vómitos o está demasiado estresado, puede que el profesional te recomiende una medicación para evitar el sufrimiento de la mascota.
Una pastilla puede ser la solución, especialmente si piensas hacer un largo viaje en coche con tu perro o gato.
Un consejo útil que te damos es que lleves un tarro con agua para que tu mascota esté hidratada durante todo el trayecto.
Si el viaje es largo, es fundamental que, cada cierto tiempo, pares en la carretera para que el animal haga sus necesidades.
Una vez que llegues a tu destino, debes tener en cuenta algo muy importante: igual que para las personas, es importante que no dejes al animal dentro del vehículo solo. Tu mascota no debe estar expuesta en ningún momento a las altas temperaturas que se alcanzan en el interior del vehículo.
Las medidas del animal son un factor determinante, especialmente en lo que respecta al elemento que lo va a sujetar firmemente.
Veamos cada caso en particular:
Animales pequeños
Si tu animal es pequeño, lo único que tendrá que llevar es un trasportín, el cual puede situarse en el suelo mismo del vehículo.
Animales grandes
La normativa establece que todos los animales que pesan más de 10 kg tienen que utilizar un arnés porque no caben en un trasportín.
De esta forma, si sufres un accidente y tu mascota cuenta con un arnés, es probable que se eviten lesiones demasiado graves.
Además, con el arnés el animal irá muy bien sujetado y esto te dará la seguridad que necesitas al conducir porque prácticamente no se podrá mover.
Un animal grande también puede viajar en un trasportín, aunque tendrá que ir en la parte trasera del maletero, en dirección perpendicular a la marcha.
Sujetarlo con el cinturón puede parecer una solución, pero no es el caso porque hay posibilidades de que se rompa por los movimientos del animal.
Siempre debes tener presente que en ningún caso el animal puede ir suelto o en brazos de un pasajero. Esto es debido a que podría salir disparado en el caso de sufrir un accidente, ya que no estará sujetado de ninguna manera.
Por último, un consejo final: si el perro o gato está perfectamente sujetado y firme, no le hagas caso a posibles ladridos o maullidos. Al volante nunca tienes que desconcentrarte porque así es como se producen los accidentes.
En el peor de los casos, si el animal está demasiado irritante, detén el vehículo y busca la manera de calmarlo para seguir viajando.