Seguridad en los neumáticos: Elementos, partes y sus claves
La influencia de los neumáticos en el ámbito de la seguridad de la conducción del automóvil suele estar infravalorada. La seguridad de los neumáticos es de una importancia vital puesto que, aunque se trata del único punto de contacto entre el vehículo y la calzada, muchas veces nos olvidamos de ello.
Los neumáticos no solamente dan seguridad, sino que tienen gran influencia en el comportamiento del coche y actúan directamente sobre la calidad del vehículo. Desde hace más de 20 años, la mayoría de innovaciones del mundo del motor corresponden a mejoras en la evolución de los neumáticos.
Las funciones del neumático son:
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La transmisión de la potencia útil del motor.
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El soporte del peso del vehículo.
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La capacidad de guiar al coche bajo cualquier tipo de condiciones.
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Actuar como amortiguador de irregularidades en la calzada.
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Actuar óptimamente en frenada, suspensión y estabilidad.
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Rodar de forma segura.
Elementos de seguridad de los neumáticos
Los neumáticos y su seguridad se basan en una gama de factores que garanticen sus máximas prestaciones. Un neumático está exigido de cumplir con unos condicionantes de elasticidad, amortiguación, estabilidad, capacidad de carga, adherencia en tracción y frenado, resistencia al rodaje y gran duración ante el desgaste.
Todos estos factores de seguridad pueden verse alertados y las condiciones disminuidas si no les dedicamos un mantenimiento óptimo en cuanto al correcto uso de estos requerimientos: profundidad del dibujo, códigos de velocidad, índices de carga y presión de inflado.
Partes del neumático y para qué sirven
Estas son las principales partes de los neumáticos y sus funciones:
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Flancos:
Están fabricados en caucho y su función es la de actuar ante los posibles elementos meteorológicos y la protección en agresiones laterales.
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Refuerzo del talón:
Puede fabricarse en nylon, acero o aramida y sus características son las de asegurar las capas de acero y el refuerzo de la estructura del núcleo.
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Banda de rodamiento:
Hecha de caucho para conseguir buen agarre y resistencia.
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Calandraje interior:
Este componente se suele fabricar en caucho y sus funciones son las de otorgar hermeticidad y frenar la penetración de humedad en los neumáticos que carecen de cámara.
Claves del mantenimiento para la seguridad de tus neumáticos
El nivel de presión es fundamental para una óptima seguridad de los neumáticos. Tiene que ser frecuentemente revisada para que cumpla con los requisitos de seguridad dictados por el fabricante.
El desgaste de la goma debe ser vigilado, así como la profundidad del dibujo, que ha de mantenerse intacto y con una profundidad superior a 1,6mm.
Hay que evitar en la medida de lo posible impactar contra bordillos para que el neumático no sufra desgastes irregulares.
En el caso de que dibujo del neumático no mantenga la profundidad indicada, podrá ser objeto de aquaplaning, y también a ver aumentada la distancia de frenado.
Una manera sencilla de comprobar la profundidad del dibujo es insertando una moneda y calcular a cuánta distancia está la hendidura, del límite legal.
Factores en la seguridad de los neumáticos
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Solidez:
Casi la mitad de la responsabilidad de la seguridad de conducción de un vehículo en la parte de la precisión de dirección recae en los neumáticos. En los casos de aquaplaning o estabilidad, las gomas llevan sobre sus espaldas la mitad de responsabilidad en el éxito o fracaso de estos supuestos.
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Confort:
Tanto en la parte mecánica como en la aerodinámica, los neumáticos son grandes responsables a la hora de reducir el ruido que llega al interior del vehículo.
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Eficiencia:
Uno de los factores más valorados en un neumático es el de su duración. La calidad del propio neumático y su resistencia a la rodadura, marcarán su kilometraje.
Consejos de mantenimiento del neumático para garantizar la seguridad
Respetar las dimensiones originales de anchura, serie y diámetro, así como mantener las características de carga y velocidad en los casos en los que cambies los neumáticos.
No olvides equipar el eje completo de los neumáticos con la misma banda de rodaje.
Tras el primer montaje, has de comprobar que las ruedas están apretadas cada 100km.
Si estrenas neumáticos, conduce a una velocidad moderada durante al menos 300Km.
Recuerda controlar periódicamente el nivel de presión con los neumáticos en frío.
Haz una revisión con carácter semanal de la parte exterior del neumático y del espacio que hay entre las ruedas del mismo eje.
Si cuando hagas la revisión exterior te encuentras con rajas, cortes, irregularidades o bultos en el neumático, acude a un profesional para revise los interiores.
Has de montar las cubiertas nuevas en el eje de atrás cuando hablamos de turismos.
También en el caso de turismos, cambia los anteriores por los posteriores sin cruzar.
Otro consejo que debes tener en cuenta es el de ser consciente de que los neumáticos envejecen aún sin ser utilizados. Por lo tanto, has de controlar frecuentemente su estado, sin olvidar tampoco el de la rueda de repuesto.