Seguridad de tu coche tras una nevada
Después de una gran nevada o un fuerte temporal de nieve de unos días, es importante saber cómo mantener el vehículo y volver arrancarlo. Sobre todo, si durante esos días te ha tocado aparcar en la calle.
Tras una copiosa nevada los coches aparcados en la calle están completamente llenos de nieve. ¡Vaya faena! La nieve es muy bonita cuando la vemos caer, pero también muy peligrosa, ya no solo al andar, también al volante de nuestros vehículos.
Después de una gran nevada o un fuerte temporal de nieve de unos días, es importante saber cómo mantener el vehículo y volver arrancarlo. Sobre todo, si durante esos días te ha tocado aparcar en la calle.
¿Hay que limpiar la nieve de nuestros vehículos?
La respuesta es sí. Debemos quitar la nieve tras una nevada, por economía y seguridad. Una considerable cantidad de nieve sobre el coche afecta tanto a su dinámica como a su consumo, pues aumenta mucho su coeficiente de penetración aerodinámica.
De la misma manera, el comportamiento del vehículo no será el mismo, ya que aumenta su peso y, además, lo hace principalmente en la parte más alta el techo, con lo que eleva el centro de gravedad del vehículo.
¿Como retirar la nieve y el hielo del coche?
Lo mejor para limpiar la nieve de la carrocería son unas escobillas específicas, que no rayan la carrocería, con cerdas por un lado y una goma por el otro. Si no tenemos a mano uno de estos útiles, podemos utilizar un trozo de cartón o una escoba, para posteriormente quitar los últimos restos con una rasqueta de plástico sin filo como las que se emplean para quitar la escarcha de los cristales.
Lo que nunca debes hacer si te encuentras con el coche lleno de nieve o hielo, es echar agua caliente. Al contacto del agua caliente, el vidrio de las ventanas y el parabrisas puede rajarse. Sin pasar por alto que si hace mucho frío se congelará al instante de echarla.
Si no disponemos de rasqueta, un buen truco casero es meter alcohol etílico de 96º en un rociador para poder esparcirlo fácil y rápido por los cristales. No obstante, no te acostumbres a utilizar el alcohol como método descongelante, ya que a largo plazo daña las gomas que recubren los cristales del coche.
Consejos para conducir con nieve
No importa si vives en una zona de nevadas o no, nunca está de más llevar las cadenas en el maletero de nuestro vehículo. No ocupan espacio excesivo y nos puede salvar de un problema importante si cae una gran nevada y te sorprende en la carretera o de viaje. Las cadenas son el mejor remedio para situaciones puntuales, pero hay que saber ponerlas.
Si vamos a realizar muchos recorridos por zonas con nieve, lo más recomendable es montar neumáticos de nieve de la misma medida que recomienda el fabricante para uso normal.
Es siempre recomendable llevar tu depósito de gasolina bastante lleno, de esta forma si te quedas atrapado en la carretera podrás utilizar la calefacción. Por eso, siempre que vayas a salir de viaje en invierno, asegúrate de hacerlo con el depósito lleno. No solo te va a tocar conducir con nieve, sino que seguramente también tengas que prepararte para conducir en un atasco debido a las grandes retenciones que se forman cuando cae una gran nevada.
Lo más importante es la precaución, no es lo mismo conducir sobre una ligera capa de nieve que sobre otra de 3 cm de grosor. Aunque creas que puedas manejar tu vehículo no debes confiarte. Debes realizar una conducción mucho más suave evitando sobre todo dar volantazos, y que derrapar es más sencillo de lo que parece. El hielo presente en el asfalto puede hacer que pierdas el contacto de los neumáticos con la calzada y derive en un golpe al perder el control del volante.
La nieve proporciona algo más de agarre que el hielo, pero debemos adoptar las mismas precauciones: circular con suavidad, abordar las curvas a baja velocidad y no realizar aspavientos con el volante serán nuestras máximas prioridades.
El efecto de la nieve en el neumático es muy similar al del barro. El neumático debe penetrar en la parte blanda para encontrar una superficie dura debajo. Cuanto más anchos sean los neumáticos de nuestro vehículo, menor superficie de contacto con el asfalto tendremos y, por lo tanto, peor será la adherencia. Así que asegúrate de llevar los neumáticos adecuados, y por supuesto que la presión de los neumáticos sea la correcta.
Igualmente, es recomendable utilizar siempre la marcha más larga posible y evitar que el coche se revolucione en exceso. En el caso de los vehículos diésel puedes jugar con el embrague con las marchas más bajas, observarás que la conducción es mucho más suave.
Por último, y no menos importante, recuerda que debes tener tu coche totalmente a punto en estas condiciones. Si anuncian una gran nevada con antelación, comprueba que tu vehículo se encuentra en perfecto estado y te evitarás sustos innecesarios.