Revisión pre ITV: por qué es importante que la hagas
La revisión pre ITV es un servicio que ofrecen los talleres. Es realmente importante que la hagas antes de pedir cita para ir a la estación a hacer la correspondiente inspección.
Es la mejor manera de tener listo el coche el día en que pases la inspección técnica y, de esta manera, no tener ninguna duda de que la pasarás sin problema.
Se trata de una revisión donde se analizan exhaustivamente los componentes más importantes del coche, tal y como se hace el día de la inspección en las estaciones ITV.
Ese día, los mecánicos revisarán el coche o moto y te dirán en qué estado se encuentra y, principalmente, qué tienes que cambiar para pasar la ITV sin problemas.
Si lo piensas, significa también un ahorro económico y de tiempo muy valioso. Es que, si el vehículo tiene un problema, o varios, lo podrás dejar en el taller para que lo solucionen y luego ir a la estación con la seguridad de que la aprobación será un hecho.
¿En qué consiste una revisión pre ITV?
La revisión pre ITV no difiere demasiado de lo que se inspecciona en las estaciones ITV. Veamos en qué consiste este chequeo mecánico:
Frenos
Todos sabemos que los frenos son uno de los aspectos más importantes que se inspeccionan para pasar con éxito la ITV. Es por eso que en la revisión pre ITV es uno de los principales aspectos a chequear.
Es un proceso integral, donde se analiza desde el pedal hasta el bombín de la rueda para corroborar que todo el sistema funcione perfectamente.
Carrocería, chasis y exterior
En este punto, en la revisión pre ITV se controla que el vehículo no tenga defectos de oxidación y/o corrosión que afecten a la seguridad del coche o moto.
Para ello, se hace una inspección exhaustiva del parabrisas, las puertas, los cristales y los sistemas de retención infantil (si hubiese).
Dirección
Se chequea el estado, funcionamiento y posibles holguras que puedan tener el volante, la columna, la caja y todo lo que hace a la dirección del automóvil o motocicleta
Ejes, ruedas, neumáticos y suspensión
Se comprueba también el estado general de los ejes, la suspensión y las ruedas. En este último aspecto, se corrobora que los neumáticos sean los homologados para el modelo de vehículo o moto, ya que puede ser motivo de rechazo el día de la inspección.
Motor y transmisión
El motor es otro de los elementos más importantes de un vehículo. Es por eso que en la revisión pre ITV se corrobora que no haya pérdidas de aceite, se comprueba el estado de la batería, se controla que el depósito de combustible no tenga problemas y se revisa si el sistema de alimentación tiene fugas, entre otras cosas.
Presión de los neumáticos
Hay cuestiones previas a la ITV que puedes resolver tú mismo, de manera rápida y sencilla. Una de ellas es revisar la presión de los neumáticos.
Puedes comprar un medidor de presión de ruedas (son instrumentos económicos y muy fáciles de utilizar) y en pocos segundos sabrás si la presión es la correcta.
Ten siempre presente que, si el inflado no es el correcto, se pueden producir reventones que terminen provocando accidentes.
Aceite
Otro aspecto que tú mismo puedes revisar es el aceite, cuyo nivel se controla fácilmente tirando de la varilla y viendo en qué nivel se encuentra.
En este punto, si bien no tiene que ver con la Inspección Técnica Vehicular en particular, recuerda que cada cierto tiempo lo debes cambiar en un taller mecánico.
Por último, presta atención también al líquido anticongelante porque pueden dar señales de que algo no funciona bien.
Como consejo final, te recomendamos que la revisión pre ITV la hagas en tu taller de confianza porque los mecánicos sabrán decirte con franqueza en qué estado se encuentra tu vehículo.
La ITV es un trámite que genera estrés en muchos conductores. Es por eso que, para ir tranquilos a la estación, lo mejor que puedes hacer es llevar previamente el coche o moto al taller.