Caducidad de los neumáticos
Entre algunas de las leyendas urbanas que circulan sobre los neumáticos está el de su fecha de caducidad, pero los neumáticos no caducan, los yogures sí.
Los neumáticos NO caducan: es lo que afirman los fabricantes de neumáticos tras extenderse el rumor de que los neumáticos caducan pasados los cinco años de antigüedad. No existe una normativa europea ni de ámbito nacional que regule la caducidad del neumático. Las especificaciones sobre la homologación de los neumáticos vienen recogidas en la directiva 92/23/CEE del 31 de marzo de 1992 y en ella no se hace referencia a que los neumáticos tengan fecha de caducidad o vencimiento. Tampoco obliga al cambio o sustitución de neumáticos pasada una fecha determinada.
La fecha de fabricación de un neumático no guarda relación directa con su fecha de caducidad y no es absolutamente determinante sobre su eficacia. Dicha vida útil sólo comienza cuando el neumático se instala en el automóvil –siempre y cuando los neumáticos se hayan almacenado en óptimas condiciones y no haya transcurrido un tiempo excesivo–.
Podemos descifrar correctamente las cuatro cifras que componen el código DOT (Department Of Transportación), indicador de la fecha exacta de producción de la cubierta. Las dos primeras reflejan la semana y las dos últimas el año. Un código 1604, por ejemplo, indica que el neumático se ha fabricado en la semana 16 de año 2004. También deben recordar que se trata de un código de fabricación, no un código de caducidad.
El neumático es el único elemento que pone en contacto el vehículo con el asfalto por lo que su calidad y su buen estado son clave para una conducción segura. Del neumático depende la distancia de frenado, el agarre en curva, la estabilidad… pero sus propiedades se van deteriorando con el paso del tiempo, es decir, no caducan, pero envejecen.
Los fabricantes de neumáticos indican que transcurridos diez años desde la fecha de fabricación –no la de montaje- las propiedades del neumático se van deteriorando y no ofrece la misma seguridad por lo que recomiendan su sustitución por unos nuevos, aunque la profundidad del dibujo de la banda de rodadura no haya alcanzado el mínimo legal para circular (1,6 mm). Es decir, aunque aparentemente los neumáticos estén en buen estado, pasados diez años, esconden un deterioro de sus materiales.
El desgaste de los neumáticos se puede ver acortado o alargado en función de las condiciones de uso o mantenimiento, almacenamiento o medioambientales. El envejecimiento se produce antes cuando se utiliza por asfalto más rugoso o con mayores imperfecciones, por campo, con mucha carga, presión incorrecta…, también en climas húmedos o extremos.